miércoles, 11 de septiembre de 2019

ORACIÓN DE LA DIGNIDAD DEL HOMBRE. Pico della Mirandola

Resultado de imagen de pico della mirandola"Fue entonces cuando el Máximo Artífice, sabiendo que no podía darle a esta criatura algo que fuese suyo propio, decidió que sería algo común, tomado de todas las cosas singulares y propias de las demás. Tomó entonces al Hombre, obra suya imaginada como de naturaleza indeterminada, lo puso en medio del mundo, y le dijo: “No te he dado sede, ni figura propia, ni menos algún peculiar don específico, oh Adán, con el fin de que seas tú quien de manera libre escojas, bien por tu voluntad o bien por tu juicio, lo que tendrás y poseerás respecto de tu sede y de lo que harás”. Y agregó: “La naturaleza de las otras criaturas ya ha sido definida según las prescripciones de las nobles leyes que la constriñen. Para ti, en cambio, no habrá coerción irremediable, pues será tu propio arbitrio, que he puesto en tus manos, el que predefinirá lo que serás. Te he puesto en medio del mundo para que desde allí contemples, con comodidad, todo cuanto éste contiene. No te he hecho ni celestial ni terrenal, ni mortal ni inmortal, para que seas tú mismo, como árbitro y honorable escultor y modelador, quien puedas darte la mejor forma que elijas. Podrás entonces degenerar a la condición inferior de bruto, o podrás regenerar en la condición superior que es divina, extraída del juicio de tu ánimo. ¡Oh, suma liberalidad de Dios Padre, suma y admirable felicidad del Hombre, a quien le fue concedido ser lo que elija, ser lo que quiere ser!."PICO DELLA MIRANDOLA, Oración por la dignidad del hombre.

EL BIEN APARENTE.

"El deseo, en cambio, ya se ha dicho que pertenece al fin, aunque unos opinan que pertenece a lo bueno y otros a lo que parece bueno. Pero a quienes dicen que el bien es lo que se desea les viene a resultar la conclusión de que no es deseable aquello que desea quien no elige rectamente (pues si es deseable, también es bueno, pero si es de esta otra manera, sería malo). Por su parte, para quienes dicen que lo deseable es aquello que parece bueno la conclusión es que el bien no es lo que se desea por naturaleza, sino lo que a cada uno le parece. Pero a cada uno le parece de una manera y, si se da el caso, cosas opuestas.
Por lo que, claro, si esto no es suficiente, habrá que decir, acaso, que el bien es lo deseable en términos absolutos y en verdad, mientras que para cada uno lo es aquello que lo parece. En efecto, para el hombre bueno lo será el bien verdadero, mientras que para el malo lo es cualquier cosa (lo mismo que también con los cuerpos: para quienes tienen una buena condición física serán saludables las cosas que sean tales en verdad, mientras que para los enfermizos lo serán otras; e igualmente lo amargo, lo dulce, lo caliente, lo pesado y cada una de las demás cosas): el hombre bueno juzga rectamente cada cosa y en cada una le parece lo que es verdad. Porque en cada disposición hay cosas propias, tanto buenas como agradables, y el hombre bueno se distingue quizá, sobre todo, por ver en cada caso lo que es verdad, como si fuera un canon y medida de ello. Para la mayoría, en cambio, el engaño se origina, a lo que parece, por causa del placer, pues éste es aparentemente cosa buena, aunque no lo sea, y, consecuentemente, eligen lo placentero como bueno, mientras que rehuyen el dolor como malo." ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco 113a.

SOBRE EL NOBLE EJERCICIO DE LA POLÍTICA.

"Si ello es así, habrá que intentar captar, al menos mediante un bosquejo, cuál es este fin y a cuál de las ciencias o facultades pertenece. Parecería que pertenece a la más importante y a la directiva por excelencia, y es manifiesto que ésta es la Política, pues es ella la que ordena qué ciencias tiene que haber en las ciudades y cuáles debe aprender cada uno y hasta dónde. Y vemos que las facultades más estimadas caen bajo ésta, como la Estrategia, la Economía y la Oratoria. Y como ésta se sirve del resto de las ciencias e incluso establece las normas sobre qué se debe hacer y de qué cosas hay que abstenerse, el fin de ésta incluiría los de las demás, de manera que éste sería el bien propio del hom ­ bre. Porque si es el mismo para un individuo y para un Estado, mejor, desde luego, y más perfecto parece ser el del Estado como para obtenerlo y conservarlo: es deseable incluso para un solo individuo, pero mejor y más divino para un pueblo y para los Estados. Pues bien, nuestra investigación apunta a esto y, en cierto modo, atañe a la Política." ARISTÓTELES, Ëtica a Nicómaco I 1094.

lunes, 9 de septiembre de 2019

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO. ¿Qué es la experiencia?

Aristotle Altemps Inv8575.jpg"El género humano dispone del arte y del razonamiento. Y del recuerdo nace para los hombres la experiencia, pues muchos recuerdos de la misma cosa llegan a constituir una EXPERIENCIA. Y la experiencia parece, en cierto modo, semejante a la ciencia y al arte, pero la ciencia y el arte llegan a los hombres a través de la experiencia. Pues la experiencia hizo el arte, como dice Polo, y la inexperiencia el azar. Nace arte cuando de muchas observaciones experimentales surge una noción universal sobre los casos semejantes. Pues tener la noción de que a Calias, afectado por tal enfermedad le fue bien tal remedio, y lo mismo a Sócrates y a otros muchos considerados individualmente, es propio de la experiencia; pero saber que fue provechosos a todos los individuos de tal constitución, agrupados en una misma clase y afectados por tal enfermedad, por ejemplo a los flemáticos, a los biliosos o a las calenturientos, corresponde al arte.
Pues bien, para la vida práctica, la experiencia no parece ser en nada inferior al arte, sino que incluso tienen más éxito los expertos que los que, sin experiencia, poseen el conocimiento teórico. Y eso se debe a que la experiencia es el conocimiento de las cosas singulares, y el arte, de las universales; todas las acciones y generaciones se refieren a lo singular. (ARISTÓTELES, Metafísica I 980a).

martes, 21 de enero de 2014

LA FILOSOFÍA COMO BÚSQUEDA, KARL JASPERS

“La palabra griega filósofo (philosophos) se formó en oposición a sophos, Se trata del amante del conocimiento (del saber) a diferencia de aquel que estando en posesión del conocimiento se llamaba sapiente o sabio. Este sentido de la palabra ha persistido hasta hoy: la busca de la verdad, no la posesión de ella, es la esencia de la filosofía (…). Filosofía quiere decir: ir de camino. Sus preguntas son más esenciales que sus respuestas, y toda respuesta se convierte en una nueva pregunta.”
(K. Jaspers, La filosofía)

LA FILOSOFÍA COMO SISTEMA, ORTEGA Y GASSET

“Todo lo que es y está ahí, cuando nos es dado, presente, patente, es por su esencia mero trozo, pedazo, fragmento, muñón (…) Siempre que vemos algo, este algo se presenta sobre un fondo latente —el mundo, el mundo de que forma parte, de que es sólo pedazo (…) Parejamente, el mundo que hallamos es, pero, a la vez, no se basta a sí mismo, no sustenta su propio ser, grita lo que le falta, proclama su no-ser y nos obliga a filosofar; porque esto es filosofar, buscar al mundo su integridad, completarlo en universo y a la parte construirle un todo donde se aloje y descanse. Es el mundo un
objeto insuficiente fragmentario, un objeto fundado en algo que no es él, que no es lo dado. Ese algo tiene, pues, una misión sensu stricto fundamentadora, es el ser fundamental”.

(J. Ortega y Gasset, ¿Qué es filosofía?)

LA FILOSOFÍA COMO CIENCIA SIN SUPUESTOS, ORTEGA Y GASSET

“Filosofía es conocimiento del universo o de todo cuanto hay. Ya vimos que esto implicaba para el filósofo la obligación de plantearse un problema absoluto, es decir, de no partir tranquilamente de creencias previas, de no dar nada por sabido anticipadamente (…) Esta situación del filósofo, que va aneja a su extremo heroísmo intelectual y que sería tan incómoda si no le
llevase a ella su inevitable vocación, impone a su pensamiento lo que llamo principio de autonomía. Significa este principio metódico la renuncia a apoyarse en nada anterior a la filosofía misma que se vaya haciendo y al compromiso de no partir de verdades supuestas. Es la filosofía una ciencia sin suposiciones. Entiendo por tal un sistema de verdades que se ha construido sin admitir como fundamento de él ninguna verdad que se da por
probada fuera de ese sistema (…) Pero una vez que en virtud del principio autonómico se ha replegado el filósofo sobre aquellas poquísimas verdades primeras de que ni aun teóricamente cabe dudar, y que por ello se prueban y comprueban a sí mismas, tiene que volverse cara al universo y conquistarlo, abarcarlo íntegro (…) Frente a este principio ascético de repliegue cauteloso que es la autonomía actúa un principio de tensión opuesta: el universalismo, el afán intelectual hacia el todo, lo que yo llamo pantonomía”.
(J. Ortega y Gasset, ¿Qué es filosofía?)

LA FILOSOFÍA COMO PERSPECTIVA, ORTEGA Y GASSET

“Desde distintos puntos de vista dos hombres miran el mismo paisaje. Sin embargo, no ven lo mismo. La distinta situación hace que el paisaje se organice entre ambos de distinta manera. Lo que para uno ocupa el primer término y acusa con vigor todos sus detalles, para el otro se halla en el último y queda oscuro y borroso. Además, como las cosas puestas unas detrás de otras se ocultan en todo o en parte, cada uno de ellos percibirá porciones del paisaje que al otro no llegan. ¿Tendría sentido que cada cual
declarase falso el paisaje ajeno? Evidentemente, no; tan real es el uno como el otro. Pero tampoco tendría sentido que puestos de acuerdo, en vista de no coincidir sus paisajes, los juzgasen ilusorios. Esto supondría que hay un tercer paisaje auténtico, el cual no se halla sometido a las mismas
condiciones que los otros dos. Ahora bien, ese paisaje arquetipo no existe ni puede existir. La realidad cósmica es tal que sólo puede ser vista bajo una determinada perspectiva. La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de ser su deformación, es su organización. Una realidad que, vista desde cualquier punto, resultase siempre idéntica es un concepto absurdo...
Cada pueblo y cada época tienen su alma típica, es decir, una retícula con mallas de amplitud y perfil definidos que le prestan rigurosa afinidad con ciertas verdades e incorregible ineptitud para llegar a ciertas otras. Esto significa que todas las épocas y todos los pueblos han gozado su congrua
porción de verdad, y no tiene sentido que pueblo y época algunos pretendan oponerse a los demás, como si a ellos solos les hubiese cabido en el reparto la verdad entera. Todos ellos tienen su puesto en la serie histórica (…) Hasta ahora la filosofía ha sido siempre utópica. Por eso pretendía cada sistema valer para todos los hombres. Exenta de su dimensión vital, histórica, perspectivista, hacía una y otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrina del punto de vista exige, en cambio, que dentro del sistema vaya articulado la perspectiva vital de que ha emanado, permitiendo así su articulación en otros sistemas futuros o exóticos. La razón pura tiene que ser sustituida por la razón vital donde aquella se localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación”.
(J. Ortega y Gasset, El tema de nuestro tiempo)

LA FILOSOFÍA COMO SABER CRÍTICO, DELEUZE

“Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser
agresiva ya que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no
sirve al Estado, ni a la Iglesia, que tienen otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía.
Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene un uso: denunciar la bajeza en todas sus formas.
¿Existe alguna disciplina, fuera de la de filosofía, que se proponga la crítica de todas las mixtificaciones, sea cual sea su origen y su fin? Denunciar todas las ficciones sin las que las fuerzas reactivas no podrían prevalecer. Denunciar en la mixtificación esta mezcla de bajeza y estupidez que forma también la asombrosa complicidad de las víctimas y de los autores. En fin, hacer del pensamiento algo agresivo, activo, afirmativo. Hacer hombres libres, es decir, hombres que no confunden los fines de la cultura con el provecho del Estado, la moral, y la religión. Combatir el resentimiento, la
mala conciencia, que ocupan el lugar del pensamiento. Vencer lo negativo y sus falsos prestigios. ¿Quién, a excepción de la filosofía, se interesa por todo esto?
La filosofía como crítica nos dice lo más positivo de sí misma:
empresa de desmitificación. Y, a este respecto, que nadie se atreva a
proclamar el fracaso de la filosofía. Por muy grandes que sean la estupidez y la bajeza serían aún mayores si no subsistiera un poco de filosofía que, en cada época, les impide ir todo lo lejos que quisieran... pero ¿quién a excepción de la filosofía se lo prohíbe?”
(G. Deleuze, Nietzsche y la filosofía)

VISIÓN ANALÍTICA DE LA FILOSOFÍA, WITTGENSTEIN

“4.112 El objeto de la filosofía es la aclaración lógica del pensamiento.
Filosofía no es una teoría, sino una actividad.
Una obra filosófica consiste esencialmente en elucidaciones.
El resultado de la filosofía no son «proposiciones filosóficas», sino el
esclarecerse de las proposiciones.
La filosofía debe esclarecer y delimitar con precisión los pensamientos
que de otro modo serían, por así decirlo, opacos y confusos.”
(L. Wittgenstein, Tractatus Logico Philosophicus)

PERFIL DEL FILÓSOFO, PLATÓN

En primer lugar, comenzaremos diciendo que aquéllos [los filósofos] desconocen desde su juventud el camino que conduce al ágora y no saben dónde están los tribunales ni el consejo ni ningún otro de los lugares públicos de reunión que existen en las ciudades. No se paran a mirar ni prestan oídos a nada que se refiera a leyes o a decretos, ya se den a conocer oralmente o por escrito. Y no se les ocurre ni en sueños participar en las intrigas de las camarillas para ocupar los cargos, ni acuden a las reuniones ni a los banquetes y fiestas que se celebran con flautistas.
Además, el hecho de que alguien en la ciudad sea de noble o baja cuna o haya heredado alguna tara de sus antepasados, por parte de hombres o mujeres, le importa menos, como suele decirse, que las copas de agua que hay en el mar. Ni siquiera sabe que desconoce todo esto, ya que no se aleja de ello para granjearse una buena reputación. Ocurre, más bien, que en realidad sólo su cuerpo está y reside en la ciudad, mientras que su pensamiento estima que todas estas cosas tienen muy poca o ninguna importancia y vuela por encima de ellas con desprecio. Como decía Píndaro, él se adentra «en las profundidades de la tierra» y lo mismo se interesa por
su extensión, cuando se dedica a la geometría, que va «más allá de los cielos» en sus estudios astronómicos. Todo lo investiga buscando la naturaleza entera de los seres que componen el todo, sin detenerse en ninguna de las cosas que le son más próximas.
(Platón, Teeteto)