sábado, 19 de abril de 2008

¿SOMOS LIBRES? (II)

Ofrezco a vuestra consideración este texto de Ortega y Gasset:

"Nuestra vida se decide a sí misma se anticipa. No nos es dada hecha - como la trayectoria de la bala a la que aludí el día anterior. Pero consiste en decidirse porque vivir es hallarse en un mundo, no hermético sino que ofrece siempre posibilidades. El mundo vital se compone en cada instante para mí de un poder hacer esto o lo otro, no de un tener que hacer por fuerza esto y sólo esto. Por otra parte, esas posibilidades no son ilimitadas; en tal caso no serían posibilidades concretas, sino la pura indeterminación, y en un mundo de absoluta indeterminación, en que todo es igualmente posible, no cabe decidirse por nada. Para que haya decisión tiene que haber a la vez limitación y holgura, determinación relativa. Esto es lo que expreso con la categoría "circunstancias". [...] No se vive un un mundo vago, sino que el mundo vital es constitutivamente circunstancia, es este mundo, aquí ahora.
ORTEGA Y GASSET, ¿Qué es filosofía?.

lunes, 14 de abril de 2008

RELACIÓN ALMA-CUERPO

Sócrates. - Mientras tengamos cuerpo y nuestra alma esté entremezclada con las miserias de éste, no podremos poseer jamás el objeto de nuestro deseo de una manera que nos satisfaga - y ese objeto, lo declaramos sin rodeos, es la verdad -. En efecto, el cuerpo nos produce mil preocupaciones por la necesidad que tenemos de cuidarlo, y si nos sobrevienen enfermedades nos vemos estorbados en nuestra búsqueda de lo real. El cuerpo nos inunda hasta tal punto de amores, de deseos, de temores, de imaginaciones de toda especie, de tantas futilidades, que, como en verdad se dice, todo pensamiento importante nos es robado por ese cuerpo.
Platón, Fedón, 66b-67b.

jueves, 10 de abril de 2008

¿SOMOS TRANSPARENTES A NOSOTROS MISMOS?

Aquí va un texto de Freud (el de verdad):

"El problema de lo inconsciente en psicología es menos un problema psicológico que el problema de la psicología misma. Para comprender bien la vida psíquica es indispensable que se deje de sobreestimar a la consciencia. Es necesario ver en lo inconsciente la base general de toda vida psíquica. Lo inconsciente es semejante a un gran círuclo que encerrara a lo consciente como un círculo más pequeño. No puede haber hecho consciente sin un estadio anterior inconsciente, mientras que lo inconsciente puede prescindir del estadio consciente y tener sin embargo un valor psíquico. Lo inconsciente es lo psíquico mismo y su esencial realidad. Su naturaleza íntima nos es tan desconocida como la realidad del mundo externo, y el testimonio que la consciencia nos da sobre él es tan incompleto como el que nuestros órganos sensoriales nos dan sobre el mundo exterior".

miércoles, 2 de abril de 2008

¿SOMOS LIBRES?

El problema del determinismo, por supuesto, está vinculado estrechamente en la historia de la filosofía con el problema del libre arbitrio. ¿Puede elegir el hombre entre diversas acciones posibles o la impresión de que tiene libertad para elegir es sólo una ilusión? No haremos aquí un examen detallado de esta cuestión, porque en mi opinión no la afecta ninguno de los conceptos o teorías fundamentales de la ciencia. No comparto la opinión de Reichenbach de que, si la física hubiera conservado la posición clásica del determinismo estricto, no podríamos hablar con sentido de efectuar una elección, expresar una preferencia, tomar una decisión racional, ser responsables de nuestros actos, etc. Creo que todas esas afirmaciones tienen pleno sentido, aun en un mundo que sea determinista en sentido fuerte. La posición que rechazo, la posición sostenida por Reichenbach y otros, puede ser resumida del siguiente modo. Si Laplace tiene razón -esto es, si todo el pasado y el futuro del mundo están determinados para todo corte transversal del mundo- entonces la palabra «elección» no tiene sentido. El libre arbitrio es una ilusión. Creemos que realizamos una elección, que adoptamos una decisión; en realidad, todo suceso está predeterminado por lo que sucedió antes, inclusive antes de nacer nosotros. Para dar sentido al término «elección», pues, es necesario apelar a la indeterminación de la nueva física. Objeto este razonamiento porque creo que contiene una confusión entre la determinación en un sentido teórico, en el cual un suceso está determinado por un suceso anterior de acuerdo con leyes (lo cual no significa más que predictibilidad sobre la base de regularidades observadas) y la compulsión. Olvidemos por un momento que, en la física actual, el determinismo, en el sentido más fuerte, no es válido. Pensemos solamente en la concepción del siglo XIX. La idea de la física más aceptada comúnmente era la enunciada por Laplace. Dado un estado instantáneo del universo, un hombre que poseyera una descripción completa de este estado, junto con todas las leyes (por supuesto, tal hombre no existe, sino que se supone su existencia), entonces podría calcular todo suceso del pasado o del futuro. Aun cuando rigiera esta versión fuerte del determinismo, no se desprende de ella que las leyes compelan a nadie a actuar como lo hace. Predictibilidad y compulsión son dos cosas totalmente diferentes. Para explicar lo anterior, consideremos el caso de un prisionero encerrado en una celda. Quisiera escapar, pero está rodeado de gruesas paredes y la puerta está cerrada con cerrojo. Ésta es una verdadera compulsión. Se la puede llamar una compulsión negativa, porque le impide realizar algo que quiere hacer. Existe también una compulsión positiva. Supongamos que una persona es más fuerte que otra y que ésta tiene una pistola en la mano. Quizás no quiere usarla, pero la primera toma su mano, apunta con la pistola a alguien y presiona sobre el dedo de la segunda hasta que la obliga a apretar el gatillo; la primera persona obliga a la segunda a disparar, a hacer algo que no quiere hacer. La ley reconocerá que el responsable no es la segunda persona sino la primera. Es una compulsión positiva en un estrecho sentido físico. En un sentido más amplio, una persona puede obligar a otra con toda suerte de medios no físicos, por ejemplo, amenazándola con terribles consecuencias. Ahora bien, comparemos la compulsión en sus diversas formas con la determinación en el sentido de la existencia de regularidades en la naturaleza. Se sabe que los seres humanos poseen ciertos rasgos de carácter que dan regularidad a su conducta. Tengo un amigo que es sumamente afecto a ciertas composiciones musicales de Bach que raramente se ejecutan. Me entero de que un grupo de excelentes músicos ofrecerán una audición privada de obras de Bach en la casa de un amigo y que en el programa figuran algunas de esas composiciones. Se me invita y se me dice que puedo llevar a alguien. Llamo a mi amigo, pero ya antes de hacerlo estoy casi seguro que él querrá ir. ¿Cuál es la base sobre la que hago esta predicción? La hago, por supuesto, porque conozco su carácter y ciertas leyes de la psicología. Supongamos que él viene conmigo, como yo había esperado. ¿Se vio obligado a ir? No, fue por su propia voluntad. En realidad, nunca es más libre que cuando hace una elección de esta suerte. Alguien le pregunta: ¿Fue usted compelido a ir a ese concierto? ¿Alguien ejerció sobre usted algún tipo de presión moral, por ejemplo, diciéndole que los músicos se ofenderían si usted no iba? «En modo alguno», responde. «Nadie ejerció la más mínima presión. Me gusta mucho Bach. Tenía muchas ganas de ir. Ésta fue la razón por la cual fui al concierto». La libre elección de este hombre es compatible, sin duda, con la concepción de Laplace.

Rudolf Carnap.

¿QUÉ ES HACER FILOSOFÍA?

De hecho, el valor de la filosofía debe ser buscado en una larga medida en su real incertidumbre. El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía, va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el con sentimiento deliberado de su razón. Para este hombre el mundo tiende a hacerse preciso, definido, obvio, los objetos habituales no le suscitan problema alguno, y las posibilidades no familiares son desdeñosamente rechazadas. Desde el momento en que empezamos a filosofar, hallamos, por el contrario, como hemos visto en nuestros primeros capítulos que aun los objetos mas ordinarios conducen a problemas a los cuales solo podemos dar respuestas muy incompletas. La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cual es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre. Así, al disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son, aumenta en alto grado nuestro conocimiento de lo que pueden ser; rechaza el dogmatismo algo arrogante de los que no se han introducido jamas en la región de la duda liberadora y guarda vivaz nuestro sentido de la admiración, presentando los objetos familiares en un aspecto no familiar.
Bertrand Russell.

COMENZAMOS....

En diversas ocasiones y de muchas maneras hemos hablado en clase de que lo verdaderamente importante no es aprender filosofía -entre otras cosas porque no se puede hacer - sino hacer filosofía. Es decir, intentar buscar una respuesta ante las preguntas que la misma vida nos puede plantear. En muchas ocasiones hemos dialogado en clase acerca de las más diversas cuestiones, intentando entre todos buscar una respuesta. Esto podemos seguir haciéndolo y con esta intención nace este blog. Aquí podemos dar continuidad a nuestras conversaciones de clase - alguno de vosotros dijo que necesitaba poder hablar sin que nadie le molestase -. Yo iré dejando en el blog diversos textos que abordan aspectos que hemos hablado en clase o asuntos que trataremos más adelante. Cada uno de vosotros podrá participar, firmando con su respectivo seudónimo, en estas tertulias. Si alguno de vosotros quiere plantear un tema sobre el que debatir puede enviarme el texto. Si lo considero oportuno quedará colgada esa entrada en el blog.
También se admiten sugerencias para mejorar técnica y estéticamente esta página que es de todos.