miércoles, 29 de diciembre de 2010

PLATÓN. La República.

Platón (427 a. C. – 347 a. C.)

-[...] Recordando la semejanza entre el Estado y el hombre, observa a cada uno por turno y dime lo que experimenta cada cual.
-¿Qué experimentan?
-Para hablar primeramente del Estado, ¿dirás que el gobernado tiránicamente es libre o que es esclavo?
-Esclavo, como el que más.
-No obstante, ves en él amos y hombres libres.
-Sí, en pequeño número; pero puede decirse que el conjunto, incluyendo la mejor parte, está allí sometido a la esclavitud de modo deshonroso y desdichado.
-Ahora bien, si el hombre es similar al Estado, ¿no se dará forzosamente en él la misma disposición? ¿No colmará su alma de esclavitud en abundancia y falta de libertad? No estarán esclavizadas las mejores partes del alma, mientras una parte pequeña, la peor y más enloquecida, ejerce el señorío?
-Necesariamente.
-¿Y qué dirás que es semejante al alma? ¿Esclava o libre?
-Esclava, sin lugar a dudas.
-Y un Estado esclavo y tiranizado ¿no es el que menos hace lo que quiere?
-Ciertamente.
-Por consiguiente, el alma tiranizada será la que menos hace lo que quiere; me refiero al alma como todo: arrastrada sin cesar por la pasión en forma violenta, estará llena de turbación y remordimiento.
-No podría ser de otro modo.
-¿Y qué es forzoso que sea el Estado tiranizado, rico o pobre?
-Pobre
-También es forzoso que el alma tiranizada esté necesitada e insatisfecha.
-Así es.
-¿Y no es necesario que tal Estado y tal hombre están llenos de temor?
-Muy necesario.
-¿Y piensas que hallarás en otro Estado más quejas, gemidos, lamentaciones y sufrimientos que en éste?
-De ningún modo.
-¿Y estimas que puedes encontrar esto más en algún otro hombre que en quien, como tirano, es enloquecido ‘por sus deseos y amores?
-No veo cómo.
-Por lo tanto, ha sido mirando a todas estas cosas, y a otras de la misma índole, que has juzgado que este Estado es el más desdichado de los Estados.
-¿Y no ha sido acaso correctamente?
-Sí, por cierto. Y respecto del hombre tiránico, ¿qué dices al mirar estas mismas cosas?
-Que es mucho más desdichado que todos los demás hombres.


Platón: República, Libro IX, 477c-478c

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